jueves, 22 de septiembre de 2011

Reanimación neonatal, adaptación a las nuevas recomendaciones


Desde la publicación de las últimas recomendaciones ILCOR del 2005, los cambios más significativos que se han implementado en las del 2010 son los siguientes: valoración del recién nacido mediante 2 características vitales (frecuencia cardiaca y respiración) para decidir inicialmente el siguiente paso en la reanimación; evaluación de la oxigenación mediante monitorización por pulsioximetría (el color no es fiable); inicio de la reanimación con aire en el recién nacido a término en lugar de oxígeno al 100%; uso de mezcladores de oxígeno y aire para administrar oxígeno suplementario en caso de necesidad; controversia en la aspiración endotraqueal en recién nacidos deprimidos con aguas meconiales; la proporción de ventilación-compresión sigue siendo de 3/1, excepto en la parada cardiorrespiratoria de origen cardiaco, en que se debería considerar una proporción más alta; indicación de hipotermia terapéutica en recién nacidos a término o casi término diagnosticados de encefalopatía hipóxico-isquémica moderada o grave con protocolos y seguimiento coordinados por el sistema regional perinatal (cuidados posreanimación); retraso de al menos 1min en la ligadura del cordón umbilical de recién nacidos que no requieren reanimación (no existe suficiente evidencia para recomendar un tiempo de ligadura de cordón en aquellos que requieren reanimación), y si no se detecta latido cardiaco después de 10min de una correcta reanimación, se acepta desde un punto de vista ético, la posibilidad de interrumpir la reanimación, aunque muchos factores contribuyen a la decisión de seguir más allá de 10min. En determinadas situaciones, no iniciar la reanimación se puede plantear teniendo en cuenta las recomendaciones generales, los resultados propios y la opinión de los padres.
Palabras clave Reanimación. Recién nacido. International Liaison Committee on Resuscitation.

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http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=90026762&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=37&ty=50&accion=L&origen=elsevier&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=37v75n03a90026762pdf001.pdf

martes, 13 de septiembre de 2011

Talla baja idiopática


Resumen
Con la denominación de talla baja idiopática (TBI) se agrupan una serie de entidades clínicas de etiología desconocida que tienen en común un retraso crónico de crecimiento con talla inferior a −2 desviaciones estándar (DE), con preservación de la armonía entre los segmentos corporales y en las que, en su evolución espontánea, las expectativas de talla adulta son inferiores a −2 DE. Es un diagnóstico de exclusión que exige una evaluación clínica, bioquímica, hormonal y molecular minuciosa con el objetivo de descartar cualquier etiología conocida del retraso de crecimiento, especialmente el retraso constitucional del crecimiento y desarrollo (RCCD).
La TBI es un diagnóstico frecuente entre los pacientes que consultan por retraso de crecimiento, existiendo lagunas y controversias sobre su abordaje diagnóstico y terapéutico. Este documento de consenso recoge información actualizada sobre la definición, diagnóstico y tratamiento de la TBI, y aporta datos y recomendaciones que no han sido contemplados en documentos anteriores.
Palabras clave Talla baja idiopática. Talla baja. Retraso de crecimiento. Consenso.

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